miércoles, 17 de junio de 2015


  1. Auto examen de mamas

Tumor benigno

Nevus melanocítico, un tipo muy frecuente de tumor benigno.
Un tumor benigno es un tipo de neoplasia que carece de la malignidad de los tumores cancerosos. Por definición, este tipo de tumor no crece en forma desproporcionada ni agresiva; no invade tejidos adyacentes y no hacemetástasis a tejidos u órganos distantes. Ejemplos comunes de tumor benigno son el nevus melanocítico y miomas uterino.
El término «benigno» implica que, generalmente, es una afección autolimitada y no progresiva; y, en términos generales, no implica una amenaza grave para la salud. Sin embargo, algunas neoplasias catalogadas como benignas, aunque carecen de propiedades invasivas, pueden ocasionar complicaciones graves. Por ejemplo, algunos de estos tumores pueden producir efecto de masa (compresión de un órgano o estructura vascular o nerviosa); otros, como los procedentes de tejidos endocrinos, son productores de cantidades excesivas de hormonas (adenoma tiroideo tóxicocarcinoma adrenocortical, y eladenoma hipofisiario).
Normalmente, los tumores benignos están rodeados por una cápsula externa que impide la extensión local a otros tejidos. No obstante, algunos tipos de tumor tienen el potencial de hacerse malignos como el teratoma.

ClasificaciónEditar

Vista intraoperatoria de un Lipoma.
El término «tumor» en el sentido amplio significa «hinchazón», y «tumor benigno» sirve para designar todas las proliferaciones tisulares anormales que no son catalogadas como cáncer. En la práctica, la mayoría son neoplasias, es decir, masas que contienen una discreta población de células que proliferan de una forma independiente. Por ejemplo, una entidad que puede denominarse tumor, pero que no es una neoplasia, es un hamartoma.[1]
Generalmente, los tumores benignos se componen de células muy similares en apariencia a las del tipo de tejido que las origina. Son denominadas de acuerdo a este tipo de tejido seguido del sufijo, «-oma». Por ejemplo, un lipoma es una tumor benigno frecuente proveniente de las células grasas o adipocitos; uncondroma se origina en en la células que originan el cartílago, los condrocitos. Los adenomas son tumores benignos de células glandulares, y se designan frecuentemente especificando el órgano que les dio origen, un ejemplo serían los adenomas hepáticos. Existen algunos tumores malignos que mantienen una denominación de acuerdo a la convención de los benignos, por razones históricas; algunos ejemplos son el melanoma (cáncer de las células pirmentarias llamadas melanocitos) y el seminoma (una clase de cáncer decélulas germinales).[1]
En algunos casos, ciertos tumores benignos generan una afección maligna, debido a la ocurrencia de alteraciones genéticas adicionales en una subpoblación de células neoplásicas de comportamiento benigno. Un ejemplo notable de ello es el adenoma tubular, un tipo de pólipo de colon, el cual es un precursor común del cáncer de colon. Este tipo de tumor, como la mayoría de tumores benignos que progresan a cáncer, muestra anormalidades en la apariencia y maduración celular, conocidas como displasia. Estas anormalidades no son observadas en los tumores benignos, que raramente o nunca se convierten en malignos, pero sí son observadas con frecuencia en lesiones precancerosas que no forman masas propiamente dichas como laneoplasia cervical intraepitelial.

Signos y síntomasEditar

Relación médico-paciente

La relación entre el médico y su paciente juega un papel muy importante en la práctica de la medicina y es esencial para la provisión de asistencia médica de alta calidad en cuanto al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. La relación entre el médico y su paciente es una de las bases de la ética médicacontemporánea. La mayoría de las facultades de medicina enseñan a sus estudiantes desde un principio, aún antes de que comiencen a recibir instrucción práctica asistencial, a mantener una relación profesional con sus pacientes, observando su dignidad y respetando su privacidad.

ImportanciaEditar

El paciente debe tener confianza en cuanto a la competencia de su médico y debe sentir que pueden realizarle confidencias a él. Para la mayoría de los médicos, es importante el establecer un buen contacto con el paciente. Existen algunas especialidades médicas tales como psiquiatría y medicina familiar,[1]en las que se pone más énfasis en cuanto a la relación médico-paciente que en otras como pueden ser anatomía patológica o radiología.
La calidad de la relación entre el médico y su paciente es importante para ambas partes. Cuanto mejor sea la relación en términos de respeto mutuo, conocimiento, confianza, valores compartidos y perspectivas sobre las enfermedades y la vida, y el tiempo disponible, mejor será la cantidad y calidad de la información sobre la enfermedad del paciente que se intercambiará en ambas direcciones, mejorando la precisión del diagnóstico y aumentando el conocimiento del paciente sobre la enfermedad o dolencia. En aquellas circunstancias en que la relación es pobre, se compromete la habilidad del médico para realizar una evaluación completa del paciente y es más probable que el paciente desconfíe del diagnóstico y del tratamiento propuesto, disminuyendo las posibilidades de cumplir con el consejo médico. En estas circunstancias y en aquellos casos en que existe una genuina diferencia de opiniones médicas, se puede llegar a conseguir una segunda opinión de otro médico o el paciente puede decidir directamente cambiar de médico.

ProblemáticasEditar

Superioridad del médicoEditar

El médico puede ser visto como alguien superior al paciente, ya que el médico tiene el conocimiento y los títulos, y por lo general es quien hace de local.
La relación médico-paciente también se complica por el sufrimiento del paciente (paciente posee sus raíces en la palabra en Latín patior, "sufriente") y su limitada capacidad para poder aliviarlo por si mismo, potencialmente dando lugar a un estado de desesperación y dependencia del médico.
Un médico debe por lo menos estar al tanto de estas diferencias de forma para establecer una conexión y optimizar la comunicación con el paciente.

Beneficiar o complacerEditar

Se puede plantear un dilema en aquellas situaciones en las que por una variedad de razones, lo que constituye el tratamiento más eficiente (o el evitar un tratamiento) no coincide con lo que desea el paciente. En estos casos, el médico debe elegir entre la salud del paciente u otros beneficios materiales, y la relación médico-paciente u otro aspecto psicológico o emocional sobre el otro.

Formal o informalEditar

Pueden existir diferencias de opinión entre el médico y el paciente en cuanto a cuán formal o informal debe ser la relación entre el médico y el paciente.
Por ejemplo, según un estudio escocés,[2] los pacientes desean ser llamados por su nombre de pila más a menudo que lo que ocurre en la realidad. En este estudio, a la mayoría de los pacientes les gustaba ser llamados por su nombre de pila (223) o no les importaba si eran llamados por su nombre de pila (175). Solo a 77 personas no les gustaba, la mayoría de los cuales tenía edades superiores a 65 años.[2] Por otra parte la mayoría de los pacientes no desean llamar a su médico por su nombre de pila.[2]

Véase también

Convalecencia

"Convalecencia de Sta. Teodora Suárez" (1473) de Ercole Ferrarese.
La convalecencia (del latín convalescentĭa "cobrar fuerzas") es el período de tiempo que va desde el final de la enfermedad, hasta alcanzar la recuperación completa de la salud. También se denomina al estado de un enfermo en proceso de restablecimiento.[1]
La convalecencia es un período de recuperación gradual de la salud después de sufrir una enfermedad, un accidente o de una intervención quirúrgica. Se refiere a la última etapa de una enfermedad cuando el paciente regresa a la normalidad, pero en algunas enfermedades infecciosas el paciente puede seguir siendo un foco de infección, independientemente de encontrarse mejor. En este período, el paciente puede estar en su domicilio, y realizar visitas a su médico; o continuar ingresado en un hospital a la espera del alta médica.[2]